La tensión sexual es una de esas jugadas de la vida que dejamos pendientes de cerrar y nos delata cada vez que tenemos nuevamente enfrente a la persona deseada. Exactamente el mismo cosquilleo a la altura del estómago y de nuevo la sensación de tener un ejército de hormigas recorriendo sin piedad la zona lumbar. Exactamente la misma taquicardia. La misma respiración entrecortada. La misma torpeza para hilar dos palabras prudentes. Y ese rojo chivato del semblante. Si bien si charlamos de soplones, hay señales delatoras que pueden ruborizarnos aún más: los pezones firmes, lubricación vaginal y incremento del pene hasta 3 veces su tamaño natural. ¡Vaya! De acuerdo con la lógica que sigue el cerebro, estos signos, aunque indiscretos, deberían ser muy seductores para el sexo opuesto. Es la demostración de interés sexual más explícita. El deseo en toda su esencia. Sin embargo, semeja que en ocasiones las hormonas de la persona a quien apunta nuestra excitación se toman un reposo.
Pero si se usa con mucha frecuencia, la pareja cambia su emoción de tristeza por la de rabia, pudiendo usar también el mismo truco para ver quién golpea más fuerte la puerta y también intimida más al otro. Eso es un pulso en toda regla. Mas los pulsos son agotadores… y normalmente dan paso al pasotismo. Es decir, que si quiere irse dando un portazo, puesto que que se vaya. Siempre pasa igual, cuando está muy estresada se larga dando un portazo. No te preocupes. Esto es lo que se le puede explicar a un amigo para justificar el comportamiento de la pareja a lo largo de una cena, por ejemplo. Cuando eso sucede, hay un riesgo: que el acosador suba su nivel de violencia para volver a provocar las primeras sensaciones que su pareja tenía cuando comenzó a dar portazos. Ese es el auténtico riesgo de este truco, que no habitúa a venir solo. Si no existe una verdadera conciencia del empleo del poder y el control que se aplica a la pareja, tarde que temprano al portazo le seguirá otro truco físico de mayor magnitud.
Soy Joicy, una brasileña recién llegada a esta fantástica urbe
Este elemento de unión solo habla alto y claro para el valor del sexo lento. Escuché de tantas parejas después de nuestros retiros que la única razón por la que aún están juntas es porque empezaron a practicar sexo lento. Por medio de la conciencia requerida, volvieron a conectarse con ellos mismos y, mediante eso, con los demás. La conciencia hizo posible y fácil poder continuar una relación cariñosa en dicha y armonía. Cuando se eleva el nivel de conciencia entre dos personas, entonces el amor es el subproducto alquímico. No todas y cada una de las mujeres encuentran su camino al clímax sencillamente. Existen muchas razones para ello, tanto sicológicas como fisiológicas. Si no está seguro de haber tenido un clímax, es probable que no lo haya hecho. Un orgasmo es un acontecimiento fisiológico distinto que sería difícil pasar por alto. Si bien no es preciso tener un clímax para disfrutar del sexo, muchas mujeres sienten que se están perdiendo algo. Puede empezar a sentirse engañado si no tiene el mismo tipo de sensaciones intensas que su amante experimenta con el orgasmo.
Cuando la emoción avanza, el cuerpo alcanza el nivel de meseta de la respuesta sexual. En este punto, los signos físicos aumentan: los senos, el pene y las áreas vaginales aumentan de tamaño y se llenen, la respiración se vuelve más veloz y puede ocurrir sudoración. En este punto, los hombres pueden excretar lo que comúnmente se conoce como líquido preseminal. Si no sucedió a lo largo de la etapa de excitación, las mujeres generalmente comienzan a experimentar lubricación vaginal durante esta etapa. Cuando las mujeres están en la etapa de meseta, su clítoris asimismo se amplía. Si se detiene el proceso en este punto, tanto los hombres como las mujeres pueden sentir algo de incomodidad pero, a la inversa de lo que afirman algunos adolescentes, no hay patentiza de que esto pueda causar un daño permanente. Es relevante que te preguntes si TU te has perdonado. Resulta prácticamente imposible intentar perdonar a otro si no lo has conseguido contigo. Para el perdón propio puedes tomar como referencia el mismo procedimiento, solo que en el paso 4, en lugar de despedirte, haces todo lo opuesto, quedarte en ti , hasta que sientas paz.
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Guido Crepax, que durante muchos años colaboró con la primera revista médica italiana, Tempo Medic, efectuando ilustraciones y portadas, mantuvo en más de una entrevista que su principal pretensión al llegar al planeta del cómic era conseguir que este fuera considerado un producto cultural. Para crear su forma de contar tomó como modelos las formas de narrar cinematográficas de los maestros rusos y del directivo francés Alain Resnais e introdujo en ellas sus referencias culturales, políticas, artísticas, sociales y, asimismo, psicoanalíticas. Una vez dentro, Robert me ayudó a bajar su cuerpo. Cada centímetro, desde mis espinillas y rodillas hasta mis pechos y mi cara, frotaba la superficie cálida y áspera de su chaqueta mientras me bajaba hasta el momento en que mis pies tocaron el suelo fresco y enlosado de la cocina.
El respeto es indispensable a fin de que el amor pueda florecer. Respetar significa preocuparse por que la otra persona medre y se desarrolle tal y como es. De esta forma, el respeto implica la ausencia de explotación. Deseo que la persona amada medre y se desarrolle por sí misma, en la forma que les resulta propia y no para servirme. Si amo a la otra persona, me siento uno con ella, pero con ella tal como es, no como necesito que sea, como un objeto para mi empleo. Obviamente el respeto solo es posible si he alcanzado independencia; si puedo pasear sin muletas, sin dominar ni explotar a absolutamente nadie. El respeto solo existe sobre la base de la libertad: l’amour est l’enfant de la liberté afirma una vieja canción francesa; el amor es hijo de la libertad, nunca de la dominación. Si amo realmente a una persona, amo a todas las personas, amo al planeta, amo la vida. Si puedo decirle a alguien Te amo, debo poder decir Amo a todos en ti, mediante ti, amo al planeta, en ti me amo asimismo a mí mismo.
La vida es rutinaria y acabamos de ver que eso es positivo. Creo que a absolutamente nadie le gusta vivir en un caos continuo, ¿a que no suena muy deseable? Generalmente nos agrada tener el día más o menos planeado en el momento en que nos levantamos de la cama. En el momento en que nos comprometemos a tener una relación con otra persona, también estamos aceptando una rutina más en nuestra vida. La rutina no es mala, siempre y cuando se sepa administrar bien y no acabe siendo simplemente monotonía. Imagínate que todos los miércoles de noche siempre toca cenar tortilla como rutina. Hacer la cena monótona es que la tortilla siempre y en todo momento sea igual. Mas puedes cenar tortilla y acompañarla un día de champiñones, otro día de guisantes o bien de espinacas. Estas comiendo lo mismo mas diferente. La vida de pareja debería ser igual.
Aquí es de qué manera cargarse en un buen humor erótico
No es complicado, es sólo charla por medio de la palabra escrita, en vez de la palabra hablada, lo que verdaderamente te da una ventaja. Tienes la oportunidad de meditar en lo que deseas decir y escoger las palabras correctas justo antes de decirlo. La perversión de tipo objeto, caracterizadas por una fijación en un solo objeto en un detrimento de los otros, ubica por una las relaciones íntimas con un naire humano (incesto, homosexualidad, paidofilia, autoerotismo), y por otro lado las relaciones sexuales con un objeto no humano (fetichismo, zoofilia, travestismo). Al salir de casa hay que intentar salir, a ser posible, con las necesidades hechas, en tanto que su limpieza fuera del hogar puede ser un tanto dificultosa y comprometida, de todas y cada una formas es mejor ir preparados. Se pueden usar cinturones de castidad de cuero, mas En ese paraíso en que las scorts (independientes o bien de agencia) sabe crear para su cliente, en ese edén en el que se mezclan la sensualidad y la lujuria, la dulzura y la pasión, el tiempo semeja detenerse a oír la sinfonía que acostumbran a producir los cuerpos que se desean y entregan sin tabúes ni fronteras. En ese edén que la scort sabe crear para su cliente, los sentidos se embriagan de su sentir y los caballeros se rinden maravillados y felices ante la evidencia de descubrir cómo la mujer con la que habían soñado siempre y en todo momento, lejos de ser una utopía, existía en realidad. Haber tardado tanto en conocerla le va a parecer a ese hombre, irremisiblemente, una imperdonable pérdida de tiempo. Obvio queda decir que a estas señoritas de compañía no se les puede llamar Putas, un término desdeñoso y que nada debe ver con el glamur que desprenden estas mujeres bellas.